“Dios los ha llamado para que, por medio del Evangelio… alcancen la gloria de nuestro Señor Jesucristo.” // 2 Tesalonicenses 2:14

No tengo recuerdos de mi bisabuela — murió cuando tenía apenas tres años — pero una de las cosas que más me cuentan de ella es como rezaba incesantemente por mí, desde que estaba en el vientre de mi madre, cuando estaba en el hospital un tiempo tras nacer cuando necesitaba cuidados intensivos, y a lo largo de mis primeros años. Muy pequeña y sin saberlo en el momento, tenía a alguien que me quería un montón intercediendo constantemente por mí. 

Pienso con mucho cariño en ella y me recuerda a una santa que celebramos hoy en la Iglesia: Santa Mónica. Intercedía día y noche por su esposo e hijos alejados de Cristo para que volviesen a Él. Y un hijo en particular no se lo puso muy fácil: Agustín vivía una vida llena de lujuria y egoísmo, buscando la felicidad insaciablemente por todos lados sin encontrarla.

Quizás conocemos a alguien cercano(a) a nosotras quien ha dejado la Iglesia y se ha separado de Cristo, perdido entre las promesas falsas de este mundo. Quizás llevamos mucho tiempo rezando por él o ella pero todavía no ha vuelto a Jesús y sigue inquieto(a) y perdido(a). No perdamos la fe; la providencia de Dios trabaja de la manera más insospechada e incluye todo, incluso los pecados. 

Sigamos rezando como Santa Mónica, porque tras años y años de oración amorosa y constante, Agustín se convirtió tras atravesar una profunda crisis que le llevó a acercarse a Jesús. Su amor le transformó por completo y su vida se llenó de sentido y paz. Dijo San Agustín, “Nos hiciste, Señor, para Ti; y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti” (Confesiones 1, 1).

La oración es poderosa, hermana. Te invito hoy a que reces por aquellos que han dejado la Iglesia para que vuelvan a la casa de nuestro Padre amoroso y descansen en Él.

// Ashleigh Ladner es hermana, amiga, madrina, tía, y profesora de secundaria, y sobre todo, hija amada de Dios. Originalmente de New Orleans, Louisiana, actualmente está viviendo en Madrid, España. Le encanta viajar y conocer lugares nuevos, leer, un buen expreso, y los girasoles. Sus modelos a seguir en la vida incluyen santa María Magdalena, san Ignacio de Loyola, san Juan, y santa Teresa de Jesús.