LECTURAS DE HOY 

“Y yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.” // Mateo 16:18

Jesús le da a Pedro la misión de ser la roca, el fundamento sólido de Su iglesia. Esto afirma la predicción del sufrimiento de Jesús. Un sufrimiento que Pedro no podía soportar la idea de que le sucediera al Hijo del Hombre. 

De la misma manera Jesús puso una misión delante de Pedro, también puso una misión delante de cada una de nosotras, hermana. Jesús le dice a Pedro que le entrega las llaves del reino de los cielos y “todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.” // Mateo 16:19

Cuando Jesús tiene una misión ante nosotros, a veces dudamos en seguir adelante y aceptarla. Estos últimos meses he escuchado y sentido a Jesús pidiéndome que regrese y le sirva. Mi vacilación surgió de las cosas a las que me he estado atando, más aún de la negatividad y el desánimo. Me ató al juicio de otras personas, a las debilidades del pecado en las que caigo, a mi dolor, a mi ira y a no sentirme dichosa. Pero verás, hermana, Jesús quiere que seamos libres, que “soltemos” todo lo que nos atañe aquí en la tierra. 

Frecuento el sacramento de la confesión y una de las últimas veces que fui compartí con el sacerdote estas vendas, y luego de escuchar mi confesión me brindó guía y consejo espiritual. Sus palabras fueron tan simples pero destrozaron mi alma y mi corazón profundamente.

“Paulina, Dios no te está llamando porque eres buena, es porque Él es bueno.”

Inmediatamente, las lágrimas comenzaron a correr por mi rostro y en ese momento sentí que mi cuerpo y mi mente se liberó de todas las vendas y nudos que me sofocaban. 

Dios no quiere que nos detengamos en nuestro pasado ni en nuestros errores del día a día. Él ya nos ve dignas. Él no lleva la cuenta de nuestras malas acciones, entonces, ¿por qué lo haces tú?

Cualquiera que sea la misión que te haya propuesto, acéptala. Él está contigo en cada paso del camino y cree que eres digna a Sus ojos del reino de los cielos.

 

// Paulina Cambron es católica de nacimiento, hija, hermana, madrina, consejera universitaria, recién casada, pero su título favorito es la hija amada de Cristo. Nacida y criada en el área de Greater Palm Springs, realmente atrajo su propia relación con Dios cuando tenía 18 años en su primer retiro para jóvenes. Desde entonces, ha servido en diferentes ministerios en su parroquia, pero su favorito es trabajar con la juventud. Hoy, dirige una comunidad de fe de mujeres llamada Devoted to Proverbs 31, y continúa sirviendo al Señor en retiros como misionera en el Programa Misionero del Valle en Coachella CA, donde hombres y mujeres se encuentran con Dios. La pasión de Paulina en el fondo radica en ayudar a los demás y compartir sobre la belleza de su fe católica y lo que Dios ha cumplido en su propia vida….mientras disfruta de una taza de té.

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