“Oramos siempre por ustedes, para que Dios los haga dignos de la vocación a la que los ha llamado” // 1 Tesalonicenses 1:11
Hacía veinte años que estaba casada antes de oír hablar del matrimonio como una vocación y parte de un llamado mayor a la santidad. Cuando finalmente entendí que mi papel como esposa estaba diseñado para ayudarme a acercarme más a Jesús, encontré una nueva dignidad en ser esposa y madre.
El lenguaje de la Iglesia puede sonar extraño y quizás demasiado académico para alguien que no esté familiarizado con ello. Por ejemplo, muchos, cuando escuchan la palabra "vocación", les parece un tema limitado a sacerdotes y religiosos. Pero el llamado a la santidad es para todos y es importante recibir tu vocación como la forma principal de responder al llamado de Dios para ser cada vez más como Jesús.
Pero, ¿cómo recibimos nuestra vocación? El primer paso es reconocer dónde nos encontramos ahora mismo. Dios siempre nos encuentra donde estamos. ¿Eres estudiante? ¿Empleada? ¿Esposa? ¿Madre? ¿Abuela? ¿Cuidadora? Nuestro Señor desea usar todo lo que ya haces para hacerte siempre más digna, acercándote a ti en tus pensamientos, palabras y acciones diarias.
Cuando eres fiel y te acercas a Él diariamente en oración y gratitud, puedes confiar en que Él te guiará siempre por tu camino vocacional para el futuro.
Oremos:
Padre misericordioso, ayúdame a recibir de Ti mi vocación y dame la dignidad que necesito para vivirla de un modo que me acerque siempre más a Ti. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén
// Lani nació en Hawái y creció en Ohio y Michigan. Jesús ha estado con ella desde que era niña. Vive en su casa de Texas con su marido, un diácono carpintero, cerca de sus hijos y nietos. Lani también es una directora espiritual activa y voluntaria en sanación de traumas. Puedes leer más en Lanibogart.blog