LECTURAS DE HOY 

“Tus pecados te han quedado perdonados…Tu fe te ha salvado; vete en paz”. // Lucas 7:50

Como madre de varios hijos, tengo el privilegio de ver cuán únicos son cada uno de ellos. Uno podría discutir por horas y horas, el otro nunca quiere ser grande, el otro puede ser dulce en un momento y hacer un berrinche al siguiente, el otro piensa que es invencible y el otro se contentaría hablar y hablar todo el día. Cada uno tiene su propio conjunto de talentos, tendencias y pruebas. Cada uno tiene sus propias formas de llamar la atención de mamá y papá. Cada uno ejerce su voluntad de diferentes maneras y tiene sus propias formas de mostrar amor. Por otro lado, yo, como su madre, los amo a todos, pero los amo individualmente, con todas sus particularidades y dones.

¡Cuánto más nuestro Padre Celestial! Hay miles de millones de personas en este planeta, sin embargo, ¡Él nos ha creado a todos de manera tan única y nos ama a todos de manera tan individual! Él ama tu interior y tu exterior, con todos tus defectos y fracasos, todas tus habilidades y talentos. Como un esposo ama a su novia o como un padre ama a sus hijos, así El Señor te ama tan profundamente y te conoce hasta el último átomo de tu ser! ¡Qué amor tan maravilloso!

En el Evangelio una mujer “de mala vida” llega a hincarse a los pies de Jesús llorando en penitencia por sus pecados. Aunque todos los presentes lo critican, Jesús le termina diciéndo: “Tus pecados te han quedado perdonados…Tu fe te ha salvado; vete en paz”. Jesús la conoce desde lo más profundo de su ser y sabe cada uno de los pecados que ha cometido, pero aun así la ama y la perdona. Así también es El Señor contigo, hermana. 

Gracias, Señor, por Tu amor tan abrumador, interminable, e incansable. Junto con el salmista proclamamos: “¡Te damos gracias, Señor, porque eres bueno!”


// Tami Urcia es miembro de una familia católica muy grande. Ella y su esposo Peruano tienen cinco hijos pequeños y viven en Michigan. Durante su juventud, Tami pasó unos años como misionera en México y ha trabajado para la Iglesia casi toda su vida en diferentes capacidades. Ha sido traductora por más de 20 años. 

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