“Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: ‘Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida’.” // Salmo 127
Hoy vivimos en un mundo de apariencias perfectas. Te metes a las redes sociales y todos tienen sus fotos de sus vidas hermosas, familias perfectas, recetas deliciosas y casas que parecen de revista. Entonces sentimos que nosotras también debemos ser perfectas para pertenecer a esta sociedad. Es agotante ser una mujer perfecta; maquillaje, pelo sin canas y color perfecto, uñas hechas, hijos que se comportan bien, mantenerte delgada, ser buena esposa, mantener un hogar, ser una buena trabajadora... Al final del día nos sentimos exhaustas y frustradas porque no podemos llegar a los estándares que nos ponemos a nosotras mismas.
Las palabras de Jesús de hoy me dan tanta paz. Jesús nos critica por ser como sepulcros blanqueados, hermosas por fuera pero llenas de maldad por dentro. Al darnos esta crítica Jesús nos libera de esos estándares imposibles a los que aspiramos. Nos libra de la carga de ser mujeres hermosas por fuera con una vida perfecta. El sabe que esto es imposible, que nos quita la paz y nos llena de ansiedad. Por eso, hoy nos invita a dejar estas cosas superficiales al lado, y en vez concentrarnos en lo más importante: nuestra relación íntima con Él. Él no quiere que seamos perfectas, sólo quiere que hagamos nuestros deberes diarios con amor ofreciéndolos a Él, por más imperfectos que sean.
Jesús, te pido hoy que me libres de todas estas mentiras en mi mente de la mujer que debo ser. Libérame de los estándares sociales que me hacen sentir insuficiente y agotada todos los días. Ayúdame hoy a sentirme suficiente tal cual como soy. Ayúdame a cambiar mi porqué de hacer las cosas, para poder hacer todo por amor por Ti, no importa lo imperfecto que sea. Amén.
// Natalia DuTeau fue una joven rebelde a quien Jesús conquistó y le cambió la vida. Ahora es una maestra licenciada convertida en mamá “homeschooler” (escuela en casa). Junto a su esposo Americano, intentan criar a sus 4 hijos bilingües y biculturales transmitiendoles la cultura latina viviendo en el norte de GA. Puedes encontrarla hablando en español mientras hace caminatas por el bosque con sus niños, tomando café (después de todo es colombiana), leyéndole a sus pequeños, bailando, o cantando y tocando guitarra.